En medio del dolor familiar y la solidaridad de la localidad, fueron sepultados esta mañana en el cementerio Maguana distante a 12 kilómetros del municipio de Sabaneta, los restos de la estudiante del cuarto del bachillerato Jessica Rosalía Rodríguez, de 17 años de edad, muerta ayer de tres balazos en el pecho.
Mientras el cadáver del profesor suicida Manuel María Torres Núñez, de 28 años, fue sepultado en el camposanto del municipio cabecera de Sabaneta, pero antes sus restos habían sido velados en la calle procedes de la Restauración.
Al entierro de Jessica fueron profesores, compañeros de estudios de la estudiante y funcionarios de la dirección regional de Educación, así como decenas de amigos y parientes de la victima, quienes calificaron el hecho de aterrador y lamentable.
En tanto esta mañana se informó desde el hospital general Santiago Rodríguez, que el estudiante Hendry Arismendy Torres Torres, de 27 años de edad, sigue en estado delicado tras ser alcanzado por dos disparos, con la que el profesor también intentó matar a Glennys Rodríguez, una de las amigas de la estudiante asesinada por él.
Los médicos dijeron que uno de los proyectiles afectó el hígado de Hendry, pero que debido a la rápida intervención de las personas que lo trajeron al centro de salud pudo sobrevivir a la tragedia.
La dirección regional de Educación suspendió la docencia de la escuela y el liceo TV Centro de Los Jobos, como consecuencia del trauma que ha provocado a los estudiantes la muerte de su compañera Jessica.
El director del centro educativo y tío de la victima, Ramón Darío Rodríguez, informó que por disposición de Educación fueron suspendidas las clases y solamente aquellos estudiantes pendientes de pruebas nacionales volverían a las aulas en el mes de julio.
De su lado, los estudiantes colocaron un cartelón en la parte frontal del centro educativo en lo que expresan su repudio al ingreso a este lugar de útiles deportivos, gesto que deja evidenciado el repudio al homicidio cometido por el profesor de educación física del plantel.
Soñaba ser contable
Jessica era una estudiante meritoria que cursaba el cuarto del bachillerato y figuraba como una de las mejores en las olimpiadas de matemáticas celebrada en la región, soñaba cuando finalizaran sus estudios universitarios en ser contable.
Era tanto su deseo de ser profesional en esa rama del saber que se destacaba por sus habilidades con los números, llegando a ser una de las mejores de la provincia y la región suroeste con notas sobre 94.6 por ciento, según dijeron educadores del centro donde estudiaba en su comunidad.
Jessica asistía con regularidad a las actividades católicas de la zona, donde era parte del grupo de pastoral juvenil.
Era la segunda hija del matrimonio de los señores Rolando Rodríguez, carnicero y la señora Mery Antonia Rodríguez, ama de casa. Sus dos hermanos son Rolandy y Rosmery Rodríguez.
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