El doctor Gilberto Serulle, candidato a Síndico por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y 12 partidos aliados, afirmó que a partir del 16 de agosto, iniciará el rescate del municipio de Santiago, del sucio, el abandono y el atraso al que ha sido sometido por las actuales autoridades municipales.
El dirigente político habló en estos términos ante cientos de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), a quienes dio a conocer el programa que desarrollará desde la sindicatura, a favor del municipio.
Dijo que procederá a descentralizar la administración municipal con la finalidad de hacer eficientes los servicios que se brindan a los diversos barrios y zonas del municipio.
Informó que procederá a instalar diez mini-cabildos para favorecer a 45 barrios que están unidos entre si, lo que irá en beneficio de las familias de esos sectores.
“Nuestra preocupación es rescatar el municipio del abandono, la promiscuidad, la arrabalización y, sobretodo, darle participación a los diversos sectores en la toma de decisiones del ayuntamiento”, proclamó Serulle.
Entiende que el cabildo no debe seguir siendo manejado de forma unipersonal y con un criterio clientelista y ausente de ética.
El dirigente político habló en estos términos ante cientos de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), a quienes dio a conocer el programa que desarrollará desde la sindicatura, a favor del municipio.
Dijo que procederá a descentralizar la administración municipal con la finalidad de hacer eficientes los servicios que se brindan a los diversos barrios y zonas del municipio.
Informó que procederá a instalar diez mini-cabildos para favorecer a 45 barrios que están unidos entre si, lo que irá en beneficio de las familias de esos sectores.
“Nuestra preocupación es rescatar el municipio del abandono, la promiscuidad, la arrabalización y, sobretodo, darle participación a los diversos sectores en la toma de decisiones del ayuntamiento”, proclamó Serulle.
Entiende que el cabildo no debe seguir siendo manejado de forma unipersonal y con un criterio clientelista y ausente de ética.
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