La gestión en la administración publica se ha convertido en una preocupación social. Los dominicanos, no salen del asombro ante hechos que ponen en entredicho la moral y las buenas constumbres de hombres y mujeres que manejan entidades del Estado. Las preocupaciones principales tienen que ver con mal manejo de los fondos o dinero puesto en manos de ciudadanos que se han ganado por la razón que sea la oportunidad de dirigir la institución en la que ha sido designado.
Lo que más sobresale de todo esto es de si los funcionarios manejan con transparencia los recursos puestos a su disposición. Los ciudadanos tienen la creencia de que un nombramiento en un puesto publico es una oportunidad para hacerse de dinero. Sin embargo, eso necesariamente no es así para todos. Los hay y los conocemos, honestos, que no se roban los dinero del pueblo y también están los bandidos. Los que justifican sus indecorosas acciones y siguen en la administración pública como si nada pasa.
Los hay que le duele su organización política y también están los que no tienen partido o provienen de un partiducho.
El país está preocupado por la corrupción. No se percibe acciones concretas para detener ese mal que calcome también a empresas, bancos y entidades sin fines de lucro.
Si se proponen mecanismos, sanciones, leyes, más severos en dominicana que los existentens en contra del delito del robo de los bienes públicos se aprobaría esto en nuestro congreso?.
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