miércoles, 18 de marzo de 2009

DILONE NO QUIERE DEJARSE VER

(La Zaeta Cibaeña), Miguel Guelo Dilone, no quiere aún mostrarse al público en fotos o videos de televisión y ha pedido a los medios de comunicación que respeten su intimidad de paciente, luego de que fuera ingresado a un centro de salud de aquí por bolazo que le hizo perder el ojo izquierdo.
El brillante beisbolista de Las Aguilas Cibaeñas sigue aún ingresado en un centro de salud de aquí donde los medicos tratan de reconstruir la parte de su rostro dañada por un batazo que hizo impacto en un tubo durante un entrenamiento a menores el estadio del sector Villa Olga.
Ayer fue necesario limitar las visitas a Miguel Diloné, porque todos los santiaguenses y personas de otras ciudades desean verle y mostrarle su afecto. Lo hizo incluso la primera Dama de la República, doña Margarita Cedeño de Fernández.
Mientras que el primer mandatario tuvo una reconfortante conversación con el jugador que se mostró de buen humor y optimista se mostró al recibir las primeras visitas la mañana del martes, luego del visto bueno de sus médicos para interactuar con familiares y amigos.
Miguel recibió la llamada del Presidente Leonel Fernández en la mañana y por la tarde la visita de la primera dama, que destacó la forma positiva que ha adoptado el ex -pelotero de grandes ligas tras el accidente sufrido.
Guelo está recluido en la habitación 322 de la Clínica Unión Médica, donde recibió el calor y solidaridad de familiares, amigos y ex-compañeros en el béisbol."Doy gracias a Dios de que esto me pasara a mí y no a mi hijo Miguel Eduardo, que juega beisbol, es una situación que solo el señor sabe porque ocurre, y me siento optimista. Ahora me preparo para vivir con esto", le comentó Miguel a varios visitantes, entre ellos el narrador Mendy López y el sub-secretario de Deportes Guillermo Ottenwalder que acudieron a visitarle en las primeras horas de la mañana del martes.
Diloné comentó que lo que le ha ocurrido ha sido un accidente mientras estaba haciendo lo que le gusta hacer, estar en un terreno de jugar pelota.

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