El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha logrado en Santiago lo que las demás fuerzas políticas aquí no han conquistado y es lograr ubicar a jóvenes dirigentes que hoy ocupan importantes posiciones públicas.
Sin embargo, esta misma entidad confronta en la actualidad el mayor desafío porque ya esos líderes quieren correr con muletas propias.
El caso más dramático lo constituye en la actualidad la lucha por ser nominado como el candidato para la sindicatura de Santiago. La misma situación que se presentó en las anteriores elecciones congresionales y municipales donde en una lucha encarnizada se batieron el actual gobernador José Izquierdo y el miembro del Comité Central y ex-cónsul en New York, Bienvenido Pérez.
Ahora el abanico es más amplio, los aspirantes son: Raúl Martínez, Fiscal del distrito Judicial de Santiago, Hamlet Otañez, el gobernador José Izquierdo, Camilo Bermúdez, y Porfirio Brito, subsecretario de Estado de Obras Públicas, entre otros, es más hasta se menciona al presidente de la cámara de Diputados Julio César Valentín.
El pleito está casao. Desde ya hay dirigentes poniéndose zancadillas para tratar de subir peldaños en el proceso de selección como el ocupante de la silla municipal.
Un caso aún por definir es el de la Senaduría. Ese caso no ha hecho su explosión, pero tiene miradas acariciadoras, como son Gilberto Serulle y el propio Valentín.
Esa es la posición más codiciada, pero también están las posiciones en cada una de las tres circunscripciones electorales donde los actuales diputados tratan de mantener su espacio para ver si repiten mientras hay cerca de dos docenas de dirigentes esperando su momento para aspirar a esa posición.
Si bien es cierto que los grupos no son tan determinante, no menos es verdad que las confrontaciones podrían en ese sentido girar en torno a la posición que asuma en el futuro próximo el ex-secretario de la presidencia Danilo Medina.
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