La Exaltación de la Vulgaridad
De María Lucía Barbosa...Publicada en MIRADA GLOBAL
Londrina, Brasil - “Estamos perdidos hace mucho tiempo. El país perdió la inteligencia y la conciencia moral. La práctica de la vida tiene como única dirección la conveniencia. No hay principio que no sea desmentido. No hay institución de la cual no se burlen. La clase media se abate progresivamente en la imbecilidad y en la inercia”.Estas afirmaciones pertenecen a Eça de Queiroz (1845-1900), pero pueden aplicarse perfectamente al Brasil de hoy. Nunca antes en la historia de este país fuimos tan vulgares. Se enraizó entre nosotros la práctica de lo “políticamente correcto”, algo que tuvo como fin combatir ciertos prejuicios, pero nos hizo aceptar pasivamente la mediocridad, exacerbando odios raciales, exaltando la ignorancia.Vamos mucho más allá: vivimos de la cultura del cinismo y de la farsa gubernamental. Somos capaces de complacernos con las promesas engañosas que creamos a través del voto. Creemos en todo lo que nos dicen y prometen, creyendo como los niños creen en el Viejito Pascuero, reemplazado por el Viejito Pascuero Lula.Sobre el actual presidente de la República, astutamente se tejió una red de protección que lo convierte en un ciudadano que está por sobre cualquier sospecha. Él nada sabe, nada ve, no se responsabiliza por nada. Se explota su origen humilde y es crimen de lesa majestad tacharlo de poco preparado para el cargo. Realmente, el origen humilde, la pobreza, y las penurias vividas nada tienen que ver con el carácter de una persona. Alguien que no nació en cuna de oro puede convertirse en un descarado o en un hombre de carácter. Puede mantenerse ignorante o transformarse en una persona culta. En el caso del ex emigrante y ex-obrero es impresionante como sus chistes groseros, sus constantes atropellos del idioma, su orgullo de puerta de fábrica, su habitual y delirante auto alabación son interpretadas como rasgos geniales de un comunicador de masas, como sello de autenticidad popular. Lo que jamás sería perdonado en otros presidentes de la República en él provoca risas satisfechas, y entusiastas aplausos porque un día él fue pobre.Así como se acostumbra estigmatizar la pobreza como la única clase que comete crímenes, lo que está lejos de la verdad, en el caso de Lula da Silva se invierten las señales y su ignorancia es tomada como sabiduría de la pobreza.Se va más lejos: se aprendió con el PT a dividir el mundo político de forma maniqueísta: Fernando Henrique representa el mal. Lula da Silva representa el bien. FHC es sociólogo, hombre culto y políglota, por lo tanto no sirve. Lula da Silva es el redentor de las masas desvalidas, el puro, el semi analfabeto que ilustra un ideal de vida bien brasileño: progresar en la vida sin mayores esfuerzos. La propaganda masacrante no deja percibir que, curiosamente, uno es extensión del otro en la medida en que Lula copia del ex presidente, a través de su equipo de gobierno, no sólo su política económica sino que también la social. Además, no se puede negar que FHC hizo de Lula su sucesor, impidió su impeachment y los altos políticos del PSDB se relacionan con el PT de las más altas esferas.En las actuales escenas de desmoralización del Congreso, donde el cinismo se mezcla con la ganancia desmedida por el poder, para no decir pura canallada, el presidente de la República, a través de la tropa de choque de su partido, capitaneada por la estridente Ideli Salvati, se pone como defensora del indefendible Renan Calheiros. Y éste, atracado a la silla de la presidencia del Congreso, da un show de mal carácter. La impresión que se tiene es que se quiere desmoralizar a la institución. El naufragio del Congreso es la consagración del Ejecutivo que, habiendo dominado en gran medida el poder Judicial, continua en los caminos de la dictadura del petista (PT) disfrazada a ser coronada con la televisión estatal, dirigida por Franklin Martins.Se han visto muchas prisiones, pero ¿quiénes se quedaron presos? ¿Dónde están Waldomiro Diniz, Marcos Valério, José Dirceu, Silvinho Land Rover y tantos otros? Por lo que consta en las noticias ellos van muy bien, gracias. Compañero que es compañero no se cae, y si se cae desafía la ley de la gravedad y se cae hacia arriba. Que lo digan Palocci, João Paulo Cunha, José Genoino, elegidos diputados federales. En el Brasil del PT los pobres están felices con las becas limosna. Los ricos están eufóricos con los logros jamás obtenidos en ese país. “La clase media se abate progresivamente en la imbecilidad y en la inercia”. Si “estamos perdidos hace mucho tiempo”, ahora ingresamos en la era de la exaltación de la vulgaridad. “El país perdió la inteligencia y la conciencia moral”.
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