Un día después que el artista Wadson Brazoban, le cantara su éxito “Mi Reyna”, que era su principal sueño la niña Isabel Petronila Rodríguez Ubaldo de 12 años de edad falleció .
"Tu eres mi reina, mi dulce reina
quizas más altas, que tu, quizas más bellas,
Tu eres mi reina, mi dulce reyna, sin un perfume de cartier
sin una prenda de channel, tu eres mi reina"
Ella escuchó emocionada la canción en voz del artista con el que siempre soñaba. Murio en la unidad de quemados del Hospital Infantil Arturo Grullón donde estaba recluida por un cárcel terminal en sus huesos diagnosticado en junio del 2006.
La niña hija de los señores Eudosia Ubaldo y Rafael Rodríguez, de San José de las Matas, fue sepultada en medio de un gran dolor.
La menor estaba en estado agónico, no hablaba y se comunicaba sólo por escrito, lo que aprovechó para pedirle a su madre que se comunicase con el productor de televisión Nelson Javier (Cocodrilo) para que le cumpliera el sueño de que el ex integrante del Grupo Negro le cantase en vivo su canción favorita.
El artista se presentó a Santiago el pasado miércoles y se produjo un emotivo encuentro en el hospital donde le cantó a la enferma, en medio de lágrimas la canción añorada, mientras ella dejaba escapar la única sonrisa de esos días.
Brazoban estaba nervioso según dijo por aquella presentación especial porque esta acostumbrado lidiar con publico alegre en medio de multitudes y no con un dolor tan directo como el alguien que pide una canción antes de morir.
“Que difícil es enfrentar el dolor humano, yo estoy acostumbrado a lidiar con la alegría, pero no con un momento tan difícil para una persona llena de vida como este, los artistas tenemos que mirar este drama humano”, dijo Brazoban tras el encuentro en el que cantó uno de sus principales éxitos.
24 horas después la niñita fallecía, pero como si quisiese pasar a la posteridad por ese gesto dejo una nota escrita con su carcomido pulso. “Gracias por la serenata” escribió sencillamente Isabel porque el terrible cáncer ya no le permitía más.
La periodista Adis Burgos, testigo del encuentro entre el artista y la joven dijo que jamás olvidaría un hecho hunano como este del que fue testigo. “Esto fue tan fuerte para mi que no se decir”.
En el hospital durante el concierto hubo una terrible emoción de aquella escena triste escena y hoy queda el recuerdo de ella en los murales del centro de salud.
La niña hija de los señores Eudosia Ubaldo y Rafael Rodríguez, de San José de las Matas, fue sepultada en medio de un gran dolor.
La menor estaba en estado agónico, no hablaba y se comunicaba sólo por escrito, lo que aprovechó para pedirle a su madre que se comunicase con el productor de televisión Nelson Javier (Cocodrilo) para que le cumpliera el sueño de que el ex integrante del Grupo Negro le cantase en vivo su canción favorita.
El artista se presentó a Santiago el pasado miércoles y se produjo un emotivo encuentro en el hospital donde le cantó a la enferma, en medio de lágrimas la canción añorada, mientras ella dejaba escapar la única sonrisa de esos días.
Brazoban estaba nervioso según dijo por aquella presentación especial porque esta acostumbrado lidiar con publico alegre en medio de multitudes y no con un dolor tan directo como el alguien que pide una canción antes de morir.
“Que difícil es enfrentar el dolor humano, yo estoy acostumbrado a lidiar con la alegría, pero no con un momento tan difícil para una persona llena de vida como este, los artistas tenemos que mirar este drama humano”, dijo Brazoban tras el encuentro en el que cantó uno de sus principales éxitos.
24 horas después la niñita fallecía, pero como si quisiese pasar a la posteridad por ese gesto dejo una nota escrita con su carcomido pulso. “Gracias por la serenata” escribió sencillamente Isabel porque el terrible cáncer ya no le permitía más.
La periodista Adis Burgos, testigo del encuentro entre el artista y la joven dijo que jamás olvidaría un hecho hunano como este del que fue testigo. “Esto fue tan fuerte para mi que no se decir”.
En el hospital durante el concierto hubo una terrible emoción de aquella escena triste escena y hoy queda el recuerdo de ella en los murales del centro de salud.
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