A LOS
30 MESES DE LA TENTATIVA
DE ASESINATO CONTRA MI HIJO JORDI VERAS.
Por: Ramón Antonio
Veras.
1.- Al
llegar las fiestas navideñas y, a la espera de un nuevo año, nuestra familia se
mantiene con la misma fe confiando en que ha de llegar la justicia que hemos
reclamados durante treinta (30) meses, desde el 2 de junio de 2010, cuando se
ejecutó la tentativa de asesinato contra mi hijo José Jordi Veras.
2.- Porque
en el seno de la familia Veras no hay espacio para el odio, la inquina, el
resentimiento, ni la venganza; nos hemos apoyado en la justicia, la ley, el
derecho, y la rectitud y confianza que nos genera el servicio judicial de
Santiago.
3.- En la
medida que la criminalidad organizada procura amedrentar a los hombres y
mujeres de bien, a las familias decentes, se hace más necesario que el imperio
de la ley y que la vara de la justicia alcance a los que no se adaptan a vivir
en una sociedad civilizada, libre de miedo y de sobresaltos.
4.-
Mientras que lo mejor de nuestro pueblo se siente motivado para celebrar,
dentro de sus posibilidades, las fiestas navideñas y un nuevo año; los
asesinos, los de la misma calaña, de igual ralea que los que quisieron asesinar
a mi hijo Jordi, ahora lesionaron y ejecutaron la acción criminal contra la
joven ingeniera capitaleña Francina Hungría.
5.- Los
criminales no pueden imponer sus reglas, la familia dominicana no se puede
dejar amedrentar; la intimidación de la asociación de criminales no debe ser
aceptada tranquilamente, con pasividad ni indiferencia.
6.- Los
dominicanos y dominicanas que aspiramos a vivir en una sociedad con seguridad y
garantía de vida material y espiritual, somos más que los asesinos, que
aquellos que se han dispuesto imponer sus designios por medio de la pistola y
el tiro en la cara, o en el corazón de su víctima.
7.- La
asociación de asesinos pagados que se unificaron para asesinar a mi hijo Jordi,
y así llevar luto, duelo y tristeza a nuestra familia, son de igual formación
criminal que el grupo que ejecutó el cuádruple asesinato en el barrio Evaristo
Morales y el atentado de la joven y laboriosa ingeniera.
8.- Ante la
criminalidad que acecha y desafía, la respuesta de las mujeres y los hombres de
bien del país tiene que ser de unidad contra la delincuencia; confianza,
reclamo y apoyo a una justicia honesta para que nuestros hijos, nietas y nietos
se desarrollen y vivan felices, sin miedo al crimen en sus hogares, ni en las
calles.
9.- Nuestro
deseo es que se haga justicia para aliviar en algo los sufrimientos de Jordi,
el dolor de la familia y la ofensa de que fue objeto la sociedad dominicana por
el crimen organizado, que sigue llevando angustia a pacíficos, laboriosos y
dignos hogares del país.
10.- En mi
nombre, en el de Jordi y en el de toda
nuestra familia, doy las gracias a todas aquellas personas que, de una u otra
forma, han manifestado solidaridad; y aprovecho la ocasión para desearles mucha
paz, alegría, felicidad y salud en navidad, año nuevo y siempre.
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