Dos muchachos con problemas de conducta, pocos conocidos en Venezuela vinieron a República Dominicana y no han reparado en nuestro espiritud de ser cordiales, amables y de buen anfitrión con quienes tienen como ellos exilio economico.
Los conductores del programa Los Dueños del Circo, no se sabe amparado en quién o quienes irrespetan y dañan imagén y fallan con tener un mínimo de cordura para realizar analisis comentarios o señalamientos sobre figuras públicas de este país.
Esos muchachos no se sabe amparados en que reglamentos realizan una labor irrespetuosa en su oficio de conductores de un programa de televisión.
Nosotros hemos sido, como país y autoridad tan permisivos que le hemos dejado llegar demasiado lejos.
El dolo de una persona enferma o de una mujer que no quiere tener el cuerpo al que aspira son solo algunos de los demanes irrespetuosos de los cirqueros.
No es posible que mientras se señala que para ejercer como locutor a los locales se les exija un carnet de los que expide la comisión de espectaculos públicos y radiofonía y a los "muchachos" del circo no.
No es posible que haya una ley de expresión y difusión del pensamiento que rige el ejercicio pweriodistico que deben respetar los nacionales dominicanos y los del circo no.
En que circo es que estamos viviendo.
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