Más de un dominicano expuso su vida para luchar en contra de una tiranía que marcó precedentes en la historia dominicana: la tiranía trujillista, sin embargo, no todos han recibido un reconocimiento e incluso hay quienes ni siquiera son parte de esta historia ante los ojos de la sociedad.
En una barbería de la avenida Mella de esta ciudad aún se esconde un “luchador antitrujillista incansable”, así es como se define Miguel Ángel Pimentel mejor conocido como Alemán.
Más de cincuenta años recortando en diferentes lugares y ahora a sus clientes en la Barbería Antonio, sin embargo, pocos conocen su verdadera historia.
Y es que Alemán como prefiere que le llamen además de ser un barbero con vasto tiempo en el oficio es uno de esos entes que colaboró en la construcción de la soberanía nacional así lo afirmó este hombre cuya verdadera labor ha estado durante años latente.
En el año 1957, fungió como panfletero independiente, ejecutando acciones en contra del régimen dictatorial y arriesgando su vida con la única finalidad de lograr la independencia del pueblo dominicano contó.Participó en el movimiento 14 de junio y en el movimiento popular dominicano como un miembro activo y fue el fundador del primer frente de liberación nacional que según informó se fundó en el año 1961 después de la muerte del dictador en Villa Belén donde hoy se encuentra el hospital José María Cabral y Báez.“sufrí persecuciones, azotes y estuve más preso que suelto….Estoy vivo porque tenía dos familiares ligados al gobierno”. Dijo este hombre con cierta actitud de satisfacción.Alemán no es el único apodo que se le conoce, en la Revolución de abril donde participó como soldado, le llamaban Álvaro, éste era su seudónimo y allá según contó luchó con fusiles en las manos.
Miguel Ángel, Alemán y Álvaro son los nombres que dan testimonio de lo polifacético que es este hombre que muchos han visto por años como el barbero de la avenida Mella.
Esta es la verdad de su vida, pero su realidad es la de ese peluquero que durante años ha obtenido de este oficio el sustento para su familia, el barbero quizás más frecuentado por un gran número de hombres de la ciudad quienes sólo conocen su realidad, pero su verdad quizás ni la imaginan.
Al ser abordado en si ha recibido algún reconocimiento por su labor dijo que no, que “nunca he recibido nada… porque en la mayoría de los casos, los luchadores de movimientos populares no son reconocidos por considerárseles revolucionarios y un mal ejemplo para la sociedad… es mejor reconocer a aquellos que con palabras creen que pueden cambiar el mundo…
pero el cambio se experimenta con acciones y no con palabras” sostuvo.Además dijo que nunca se había animado a contar públicamente su historia hasta ahora, por lo que quizás algunos se sorprendan al darse cuenta de que “todo un luchador revolucionario” les corta sus cabelleras.
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