A pesar de no ser aún mediodía, el aire está bochornoso y húmedo debido a las lluvias de la noche anterior. Chapoteando entre el lodo hacia la puerta de la deteriorada choza, nubes de moscas ya están zumbando cuando conocemos a la familia Varela.
Situados en las afueras de Santo Domingo – la capital de la República Dominicana – la familia Varela vive cerca del centro comunitario (de Children International en Bayaguna) en el vecindario conocido como el “Barrio de las Flores”.
Juana Mercedes Varela, de 25 años, vive junto a su tía de 52 años de edad. Ambas mujeres son mamás de niños apadrinados. Ellas también comparten las dificultades diarias de vivir en extrema pobreza.
El ayudarse entre sí cuando les es posible no es sólo cuestión de cortesía familiar o de vecinas. Para ellas, la cooperación es cuestión de supervivencia. Para impedir que los ladrones se roben lo poco que tienen, Juana dice que, “Siempre debe haber alguien en casa. No podemos cerrar nuestras puertas con llave porque los candados han sido quebrados”.
La hija de Juana, Solanyi, de 6 años de edad, sufre de asma...una condición empeorada por el calor y la humedad de esta isla caribeña. “Mi hija pasa en el hospital dos meses a la vez”, nos informa Juana. “Eso era antes del apadrinamiento – hace un poco más de dos años. Yo me desespero tanto que a veces casi grito cuando mi hija se me enferma”.
Al preguntarle cómo logra aguantar ella una vida tan dura, Juana contesta, “Yo pienso en mi hija. A veces quisiera no estar viva, pero pienso en mi hija y lo difícil que sería para ella si yo no estuviera aquí”.
Ella añade que, “Gracias al apadrinamiento, [Solanyi] ahora recibe tratamientos regulares para su respiración”. También es de ayuda el hecho de no tener que pagar por los medicamentos para su hija usando los escasos ingresos que no sobrepasan los $660 pesos por semana.
Como resultado del apadrinamiento, las vidas de Juana y de su hija han mejorado dramáticamente. En menos de dos años desde que Solanyi comenzó a recibir los beneficios, Juana dice agradecida, “He notado un gran cambio”.