Esta imagen la vivo con más intensidad porque me recuerda a mi madre. Allá en la Lagunita, Novillero, Luperón, en la provincia de Puerto Plata el agua escaseó durante muchos años.
Cuando a lomo de burro debía ir hasta tres tres kilomertos para abastecerse del líquido es algo que se vive sólo para contarlo, porque hasta el recuerdo de esa realidad es malo.
En candente sol de medio día, luego de una jornada de clases, no había descanso, había que trabajar para ayudar en los quehaceres del hogar, no por voluntad. Esa era la obligaión.
En la comunidad de Monte Llano, en Salcedo, por falta de una bateria llevan casi dos años que no recibe el servicio de agua potable.
Mercedes Vega Pérez de 63 se queja le ve la desatención que reciben cuando visitan la oficina del Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillados (Inapa), en esta ciudad.
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