El comercio de esta ciudad de Santiago, cuyo movimiento de compra y venta ha venido experimentando descensos en sus evoluciones, el pasado fin de semana se reactivó, como consecuencia de la celebración, ayer, del Día de los Padres.
El denominado “centro histórico” de aquí, donde convergen las principales casas comerciales santiaguenses, fue escenario de un inusual movimiento de gente, haciendo recordar aquellos tiempos de bonanza económica, que permitía a los ciudadanos adquirir productos con mayor facilidad.
Desde el mediodía del sábado las tiendas comenzaron a ser visitadas por cientos de santiaguenses, procurando comprar cosas con las cuales alagar a sus padres, al celebrarse ayer su día.
La profusión de gente se incrementó el domingo, hasta el extremo de que resultaba complicado caminar por las tiendas y las calles del centro de la ciudad, en vista de que todos andaban ávidos de comprar presentes para sus progenitores.
Tiendas por departamentos como La Sirena, Salvador, Pola y las plazas Internacional y Colinas Mall, así como los supermercados, fueron abarrotados por la clientela que esperó llegara el día para comprar los regalos que consideró adecuado para sus padres.
En las tiendas localizadas en la calle Del Sol, principal arteria comercial de Santiago, la presencia de parroquianos fue inusual, situación que sirvió como parámetro para tomar el pulso a las millonarias transacciones económicas que se produjeron entre el sábado y domingo.
Concomitantemente con las compras de toda suerte de artículos, muchos santiaguenses también sacaron tiempo para visitar las tumbas de sus padres fallecidos.
La presencia de deudos fue notoria en los cementerios de la calle 30 de Marzo y El Ingenio, los dos principales campo santos del municipio. Los parientes fueron a las tumbas a rezar plegarias por sus familiares, así como a llevarles ramos de flores y limpiar sus lugares de eterno descanso.
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