UNA AMABLE VERGUENZA

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) acaba de celebrar su proceso interno para la elección de su candidato presidencial. Ese proceso muestra que esa entidad aún gravita en el escenario político de los partidos traducionales de la República Dominicana. Las votaciones fueron hechas en orden, aunque aún es muy prematuro tener una idea de cuantas personas ejercieron el derecho al sufragio. Lo cierto es que para una organización partidaria que ocupa un tercer lugar ha sido alentador al menos que pudieron hacer su proceso. El partido rojo de República Dominicana que tiene como filosofía el social critianismo, se sacude aún de la sombra del caudillismo que le impregnara el extinto líder Joaquín Balaguer. Ese ha sido el desafío más grande al que se ha enfrentado, sin embargo, lo que le ha pasado en este proceso es una grave señal de por donde anda la moral política. La selección de un candidato que tenía como discurso repartir dinero al aire. Entregar regalos. Gasto exhagerado de publicidad, entre otros atributos, es una evidencia del populismo encarnado por el sujeto. Una sociedad que no le ha pedido cuenta de esa fortuna, es una sociedad donde los valores morales aparentan importar poco.
En una ocasión escuche a un dirigente de Santiago decir que "el clientelismo político nos va llevando a un estado de pobreza a todos los niveles y en todos los actores de la vida nacional", pero no tenía idea de cúan serio era eso, ahora que Amable Aristy aparentemente ganó la elección como candidato presidencial entiendo y agrego, esto está empobreciendo también a la clase política que no tiene ni siquiera tiempo para discutir sobre cuestiones esenciales de la democracia. Lo que importa es ganar, al precio que sea y como sea, "los medios justifican el fin". Esta desverguenza tarde o temprano nos pesa.